lunes, 13 de julio de 2015

Las acequias de Bullas en la década de los años 50 del siglo XX


El artículo describe una época en la que las casas no disponían de agua corriente y había que aprovechar la disponible en los manantiales cercanos a las poblaciones tanto para consumo personal como para realizar las labores básicas de limpieza. Por supuesto tampoco se disponía de servicios de alcantarillado para las aguas residuales y en la mayoría de los casos los residuos se utilizaban como abono para los sembrados.


(Aclaración: Para ver alguna de la fotos de manera completa es necesario desplazarse de derecha a izquierda con la barra inferior de la pantalla)

La zona de la comarca del Noroeste de la región de Murcia donde está ubicada Bullas fue lugar de frontera con el reino de Granada desde el año 1244 hasta la toma de ésta por los Reyes Católicos en 1492.

Cuando la zona dejó de ser lugar de conflicto fronterizo a principios del siglo XVI es posible que se asentaran los primeros pobladores para aprovechar los excelentes recursos naturales de que disponía Bullas y sus alrededores, ya que tenían a su disposición numerosos manantiales de agua para regar los sembrados: el manantial de la Rafa, el manantial de los Muletos, el manantial de la Osamenta, el manantial de la Fuente de la Higuera... Las primeras viviendas se debieron construir sobre las ruinas del castillo de origen árabe, posteriormente templario y de la orden de Santiago, que dominaba la colina donde está situado el centro histórico.

Debían recogerse tal cantidad de productos que los vecinos deciden a mediados del siglo XVII solicitar al rey la independencia de Cehegín (Bullas era por esa época una aldea de este municipio) para  evitar los altos costes que suponía desplazarse a esta villa para  darles salida al mercado, ya que había que abonar los correspondientes impuestos en especies para poder hacerlo. En el año 1689 el último rey de la dinastía Habsburgo, Carlos II, conocido como “El Hechizado”, concede el privilegio de villazgo a Bullas. En un legajo que existe en los archivos del ayuntamiento está este documento que nadie, hasta el momento, ha tenido la iniciativa de digitalizar para evitar su pérdida. Existe una traducción al castellano realizada por un sacedorte a principios del siglo XX, sobre el año 1920, que posiblemente se encuentre en el archivo parroquial. El documento empieza con gran cantidad de páginas resaltando los títulos que tenía el último monarca de la dinastía austriaca y sigue con una relación de los vecinos que solicitaron la independencia.

Hasta la desaparición de la fuente de La Rafa en los años 70 (que prácticamente coincidió con la desaparición de la línea de ferrocarril Murcia-Zaraiche a Caravaca de la Cruz) los habitantes de Bullas podían vanagloriarse de tener agua en abundancia para su consumo y para regar las huertas circundantes al pueblo con el manantial del paraje de la Murta. En este sentido, no está de más hacer un análisis de las distintas acequias, o “ramales”, que partían de la conocida Acequia principal en su margen izquierdo y que recorrían el actual casco viejo de nuestro pueblo allá por la década de los años 50 del pasado siglo. También existían otros importantes ramales que partían del margen derecho como la que salía a la altura del pino de la Murta, que regaba los campos cercanos a la Casa Alta y llevaba sus aguas hasta el paraje de Reclín, salvando la carretera de Totana a través de unos vasos comunicantes de cemento situados a ambos lados de la carretera). Es posible que estás acequias fueran construidas en la década de los años 20.

La línea roja muestra el itinerario que seguía la Acequia principal del manantial de la Rafa desde la fuente (a la derecha) hasta el paraje del Molinico (a la izquierda)


Panorámica de la Acequia de Bullas desde el Pino de la Murta (a la izquierda) hasta el huerto de Don Pepe (a la derecha)

A los vecinos más jóvenes esto les podrá parecer extraño, pues sólo habrán oído hablar de la famosa acequia que delimitaba el pueblo desde el paraje de la Murta hasta el Molinico, pasando de forma paralela al camino de la Murta, el camino Real, la calle de La Tercia, la calle del Rosario, la calle de la Balsa (su nombre procede del embalse que recogía el agua, situado en un lateral del antiguo cine Avenida) y la calle del Molino.

Dentro del recuadro marcado en rojo se puede ver el lugar donde estaba ubicada la balsa de Bullas (el edificio del cine Avenida estaba al lado, marcado en verde).  Dentro del recuadro marcado en azul se puede ver el edificio del antiguo lavadero municipal

PRIMER RAMAL
Eran tres los ramales que cruzaban nuestro pueblo. El primero de ellos, el más largo sin duda, partía un poco antes del “pilar de la Murta” (lugar preparado para recoger el agua destinada al consumo domestico, que disponía de unas escaleras para poder llenar los “cántaros” o recipientes hechos de barro que sirven para guardar, conservar y transportar líquidos, que luego se descargaban en las tinajas de las casas); a continuación se encontraba el abrevadero donde podían beber los animales utilizados en las tareas agrícolas. 

 En la foto aérea se muestra el itinerario del primer ramal de agua (ramal de la calle Pliego) que atravesaba el casco histórico de Bullas. Los negocios del "Motores" están marcados en verde

Este ramal pasaba canalizado por el antiguo campo de fútbol, y aparecía en el solar donde se encuentra actualmente el Colegio Obispo Rodenas (más conocido por las Escuelas Nuevas). A finales de los años 50 llegó a instalerse en ese lugar el circo francés Prin Freres, que fue todo un acontecimiento ya que por primera vez se pudo ver en Bullas un espectaculo cirquense con animales. En ese circo trabajaba un nativo de Bullas cuya familia vivía en la calle de Las Tres Marías y quiza por esa razón el circo se acercara por el pueblo para ofrecer su espectaculo a los espectadores bullenses.

 Antiguo campo de futbol. El ramal de agua lo atravesaba canalizado

En el año 1956 cayó en esta acequia una mula de la manada que llevaba sueltas un tratante de ganado, la cual tuvieron que sacar un grupo de seis personas ayudados por cuerdas.

El “ramal” continuaba paralelo a la conocida Acequia principal, en el margen izquierdo (siguiendo el sentido del agua) del camino de la Murta (ahora paseo de la Murta), naturalmente a un nivel más alto, y continuaba hasta donde se encontraba la famosa casa del fielato (oficinas que existían antiguamente a la entrada de las poblaciones, donde se cobraban los impuestos por la entrada y salida de mercancías de consumo), en la esquina del camino del río, y desaparecía por debajo de la calle Alameda hasta cruzar la calle Mediodía, justo a la altura de la Almazara que estaba en el edificio donde se encuentra actualmente la parada de autobús de la línea Murcia-Caravaca.


Camino de la Murta en los años 50. El ramal de agua estaba canalizado al lado de las casas de la foto (el edificio de la esquina era el antiguo fielato que en esos años ya no se utilizaba)

Hay que indicar que la acera de la Almazara en la calle Mediodía era, junto con la plaza, el lugar de encuentro de los vecinos más mayores, además de ser el lugar de despedida de aquellos cuando morían, ya que se encuentra en el itinerario de acceso al cementerio de la localidad. 

El número 32 de la calle Mediodía fue el domicilio de nuestra bisabuela Juana Dolores Vela Rodríguez (su marido Ginés Botía Bejar falleció en 1908 de una tuberculisis a la edad de 43 años) y sus seis hijos: Gregorio, Juan Francisco (nuestro abuelo), Ginés (que ya de mayor fijaría su residencia en Abanilla), Antonia, María Ana (falleció con 17 años el 8 de agosto de 1922 de una epidemia de tifus que hubo en Bullas, nuestra abuela Juana Jiménez estaba embarazada de mi madre, que nacería dos meses después) y Ana María.

Este primer ramal aparecía de nuevo a la luz al final de la calle Pliego y era visible en toda la calle hasta la altura de la calle Trinidad, para desaparecer de nuevo hasta lo que se denominaba “El Zucachón”, un túnel que pasaba bajo un edificio situado en lo que hoy es el pequeño tramo que comunica la calle Pliego con la actual Avenida Nicolás de las Peñas, allí se encontraba el aserradero (solíamos visitarlo mi hermano y yo, ya que allí trabajaba Ginés, un hijo de Antonia Botía, una de las hermanas de nuestro abuelo Juan, que entonces vivía en el barrio de la Estación y que posteriormente trasladó su residencia al barrio de Villafranqueza, también conocido como El Palamó, de la ciudad de Alicante). El edificio de pisos que hay situado frente al campo de fútbol era un gran aserradero de madera al que se accedía desde la calle Pliego, ya que toda la zona donde se sitúa el campo de futbol y el actual cuartel de la Guardia Civil era el paraje de la Cañada de los Olmos, y sólo había un camino que subía al actual barrio del Paraíso (el nombre viene del lugar donde estaba situado el primer cementerio de la localidad, que fue demolido a finales del siglo XIX), paralelo a la calle Pliego, que daba servicio al molino harinero del “Motores” (Antonio Pérez Ortega). Este ramal se utilizaba también para llenar los depositos de agua del horno (así se llamabán las panaderías antigüamente) y los negocios de yeso y cemento que el "Motores"  disponia en el camino del Paraiso (hoy Avenida Nicolás de las Peñas).

No se puede dejar de lado la enorme vuelta que había que dar para acceder desde la calle Trinidad al barrio de  la Cruz, ya que era necesario atravesar la calle Pliego para luego tener que ir caminando bien por la carretera o por el entonces denominado Camino Viejo (hoy Avenida de la Cruz) en dirección a la calle Hospital de esta barriada de Bullas. 

Este itinerario lo conocíamos muy bien toda la familia ya que era el que teníamos que seguir para visitar a nuestros abuelos. A la vuelta de la visita solíiamos hacer una parada en casa de Ana María Botía (una hermana de nuestro abuelo que vivía en el número 9 de la calle Pliego y que en los años 60 se trasladaría a Mataró con toda su familia por motivos laborales).

Nuestros abuelos Juan Francisco Botía y Juana Fernández. El abuelo era un habitual de las reuniones de mayores en la acera de la Almazara

“El Zucachon” era el tramo final de este primer ramal y el agua caía de éste en cascada para regar los campos situados entre el paraje de la Cañada de los Olmos, el barrio de la Cruz y  el barrio del Ventorrillo, atravesando los hermosos olmos, que daban nombre a la cañada. Los olmos estaban situados en los laterales de la carretera de Cehegín y llegaban desde el cruce con la calle Pliego hasta el paraje donde se situaba la Venta, hoy desaparecida  (estaba ubicada en la actual curva de la autovía Murcia–Caravaca, en el acceso del Ventorrillo).



En la foto se ve el aserradero (marcado en azul)  y a la izquierda el edificio donde se encontraba el “zucachón” (marcado en rojo)

No hay que pasar por alto que el “zucachón” también servía de aliviadero en las grandes riadas que se producían en las tormentas, ya que la calle Trinidad era un autentico río que desembocaba en el número 34 de la calle Pliego. Los habitantes de este domicilio vieron su casa inundada en más de una ocasión.

En la parte baja de la foto se puede ver el camino del Paraíso, por encima de éste algunos de los huertos que regaba el ramal de agua de la calle Pliego (línea verde). A la izquierda se encuentra la calle Trinidad que finaliza en el edificio que siempre se inundaba en las grandes riadas (marcado en azul), a la derecha el edificio de la Almazara (marcado en rojo)

SEGUNDO RAMAL
El segundo “ramal” de la Acequia principal que cruzaba Bullas era un misterio donde comenzaba, ya que parecía que nacía en la Torre del Reloj, pues había una mina, túnel, antes de la curva del calle Serranos (frente al actual número 16), al lado mismo de una taberna (la taberna del Manco, que estaba situada frente a donde finalizan los números impares de la calle Pañeros), en la que solían jugar al dominó nuestro tío Julián (Julián Botía) y nuestro vecino Curro (Ildefonso Jiménez), con lo cual daba la sensación que el grifo del agua lo habrían desde la barra de la taberna. El “ramal” continuaba al aire por toda la calle Serranos (el tramo paralelo a Pañeros) hasta las Cuatro Esquinas, la pequeña plaza que comunica la calle Pañeros y Serranos con la avenida de Cehegin.

En la foto de la derecha se muestra el lugar donde brotaba el agua del segundo "ramal", era en el edificio de nueva construcción que tiene unas ventanas de cristal en su parte superior. En la foto de la izquierda se pueden ver las Cuatro Esquinas (la acequia estaba situada por el camino que recorre la señora que aparece en la foto), la canalización se realizaba en la misma placeta.

El ramal era canalizado en las Cuatro Esquinas y desaparecía para cruzar la avenida de Cehegín, por lo cual no se podía saber si continuaba por la calle Castillo o por dicha avenida de Cehegín; pero sin embargo aparecía de nuevo en la calle Nieve Alta, esquina con la avenida de Cehegín, justo en la casa que entonces era propiedad de Antonia Sánchez, “la de las Medias”, y seguía por la calle Noguera, antes de llegar al negocio de almendras del Navarro (propietario también de los cines de invierno y verano que entonces había en Bullas). 

En la calle Serranos, aproximadamente en el tramo medio paralelo a la calle Pañeros, se abría una vía de agua para llenar los depositos del horno o panadería que existía en aquel tiempo en dicha calle Pañeros.


Segundo ramal de agua que atravesaba el casco histórico de Bullas, La línea roja muestra el itinerario conocido del ramal (es posible que el túnel siguiese el itinerario marcado en azul desde el final de la calle Pliego). El circulo marcado en verde era la almendrera del Navarro

El ramal desembocaba en la parte trasera de la antigua casa cuartel de la guardia civil para regar todos los campos del área comprendida entre el Camino Viejo y el Ventorrillo.

 En la foto se muestra parte del área de riego del primer y segundo ramal de la acequia. También se puede ver el comienzo del Camino Viejo y el antiguo cuartel de la guardia civil

TERCER RAMAL
Por último, el tercer ramal, el más corto, tenía su origen en la Acequia principal, un poco antes de su llegada al lavadero municipal, continuaba canalizado por debajo del negocio de almendras de los hermanos Pérez (conocidos fabricantes de conservas hoy en día), atravesaba la calle de la Tercia para salir en la bajada de la calle de la Mina (de ahí viene el nombre de esta calle, cuyo origen debe ser el túnel construido a este efecto), se dirigía a continuación hacia la calle Honda (hoy calle Juan de la Gloria Artero) para doblar por la Travesía de la Mina (cruzando la calle Castillo) hasta la Puerta Ginesa, donde desembocaba en una balsa que allí había.

Tercer ramal de regadío que atravesaba el casco histórico (el recuadro rojo de la derecha muestra la balsa de la Puerta Ginesa). Dentro del recuadro marcado en verde se puede ver el edificio del lavadero municipal

  El recuadro en rojo muestra parte del lavadero municipal

Indicar, por último, que existía un sendero que comunicaba el Camino Viejo (actual avenida de la Cruz) con la Puerta Ginesa rodeando el pueblo y que los vecinos del barrio de la Cruz lo utilizaban con asiduidad para acceder a la plaza del pueblo, así se evitaban los problemas de colapso de tráfico que se originaban en la avenida de Cehegín (el tramo comprendido entre la calle de la Tercia y la calle del Castillo era tan estrecho que cuando pasaban dos vehículos grandes, camiones y autobuses, en cada sentido de la circulación tenían que detenerse y subirse en la acera para poder cruzarse). La avenida de Cehegín era la única vía que había para ir de Murcia a Caravaca y viceversa, en esos años no existía circunvalación alguna y los vehículos tenían que atravesar el centro de Bullas por un conjunto de calles estrechas.


La línea roja muestra el itinerario del atajo que conducía desde la casa de nuestros abuelos a la plaza del pueblo

Solían tomar este atajo nuestros tíos Ginés, Julián y Gregorio para ir de la casa de nuestros abuelos (Juan Botía y Juana Fernández, sus padres), situada en la calle Hospital número 16, a la plaza. La casa es hoy el Hogar del Pensionista y fue construida por nuestro bisabuelo Julián Fernández Amor para vivir con su mujer Catalina Jiménez Martínez y sus hijos Roque, Alfonso (falleció el 12 de noviembre de 1918 en este domicilio de una neumonía gripal, tenía 21 años), Juana, José, Irene y Julián.

Nuestro bisabuelo Julián Fernández Amor

domingo, 21 de junio de 2015

Siouxsie and the Banshees en la sala Rock-Ola de Madrid (1982). Un homenaje (II)

(Aclaración: El texto marcado en color y subrayado es un enlace a un vídeo o fichero de audio. Se puede visualizar o escuchar pulsando en el enlace con la parte derecha del ratón o equivalente)


Los días 29 y 30 (viernes y sábado) de octubre de 1982 (hace 36 años) actuaron por segunda vez en Madrid Siouxsie and the Banshees en una de las salas más emblemáticas que ha tenido la capital: la sala Rock-Ola, situada en la zona de la Avenida de América. Fue una actuación histórica, ya que el día que tuve la oportunidad de verles en directo, el sábado, fue la última vez en la que les acompañó el extraordinario guitarrista John McGeoch, siendo sustituido en noviembre por Robert Smith, fundador y líder de The Cure, y amigo del bajista Steven Severin.

Entrada del concierto

Esta segunda formación de los Banshees (1979-1982) fue la que catapultó al grupo hacia el éxito y la componían la cantante Siouxsie Sioux  (Susan Janet Ballion), el bajista Steven Severin (Steven John Bailey),  el batería Budgie (Peter Edward Clarke) y el guitarra escocés John McGeoch

El 29 de agosto de 1979 Siouxsie and the Banshees comenzó la gira de promoción de su segundo disco Join Hands en  el Stateside Center de  Bournemouth, con The Cure como grupo invitado. A los pocos días, después de un concierto que tuvo lugar el 7 septiembre en el Capitol Theatre de Aberdeen, hubo una discusión con el batería y el guitarra, Kenny Morris  y John McKay, anteriores a esta nueva formación. La bronca debió ser descomunal ya que Morris y McKay dejaron en el hotel una nota con su firma en la que informaban de su salida del grupo. Severin pidió ayuda, por primera vez, a Robert Smith (guitarrista y líder The Cure) para finalizar las actuaciones programadas, y el día 18 de septiembre de 1979 se reinicia la gira en el De Montfort Hall de Leicester con Budgie a la batería y Robert Smith a la guitarra (estaría hasta el 15 de octubre, que finalizó la gira con las dos bandas en el Hammersmith Odeon de Londres).

Budgie se incorporó como batería nada más marcharse Kenny Morris ya que era conocido del mánager del grupo. Cuando se incorporó estaba como batería en el grupo femenino The Slits, donde había sustituido a la batería de origen español Palmolive (Paloma Romero, ahora Paloma McLardy, como se pudo ver en el  programa de Españoles en el Mundo emitido por TVE el 13 de diciembre de 2011; la entrevista con Paloma se ofrece en el minuto 29), novia en esa época de Joe Strummer, líder de los míticos The Clash.

John Alexander McGeoch entró en la banda en noviembre de 1979;  era un experimentado guitarrista que ya había formado parte de Magazine, Visage y Generation X (es considerado como el Jimmy Page de la nueva ola británica de los años 80). Su característico estilo de tocar la guitarra con delays y flangers, así como la utilización de innovadores arpegios y acordes, y de escalas  nada convencionales, definiría el sonido Banshee en los años posteriores. Los vídeos de Israel, Spellbound, Arabian Knights y Fireworks muestran el excelente sonido que sacaba a su  guitarra John McGeoch. En la actuación grabada en directo por la televisión alemana, el 19 de julio 1981, para Rockpalast, se muestra con toda claridad el estilo de John.

Yo acudí al concierto la noche del sábado, 30 de octubre de 1982, con mis queridas amigas Hisa (Hisa Sato) y Brenda (Brenda Griffiths).

Hisa, Brenda y yo tomándonos sendos helados, tres meses antes del concierto, en la calle San Francisco de Sales, preparándonos para visitar a Yosiko (una amiga japonesa de Hisa) en el hotel Mindanao. Julio de 1982

También nos acompañó en esta ocasión Arturo (Arturo Sánchez), una persona extraordinaria y un buen amigo al que el destino le deparó malas pasadas, y que era un gran admirador de los Siouxsie and the Banshees.

Arturo, mi sobrino Pepe (que entonces tenía 10 meses) y yo, en la terraza del piso de mi hermana Duli en Caravaca de la Cruz. Semana Santa de 1983

La noche del concierto nos situamos los cuatros en el pequeño anfiteatro de la sala Rock-Ola para tener una buena visión del escenario, ya que abajo era complicado ver bien debido a la altura de alguno de los asistentes, añadiendo a ello los pelos cardados hacia arriba que estaban tan de moda en aquel tiempo.

Puerta de entrada a Rock-Ola. 
En la foto se puede ver el anuncio de una actuación del grupo mallorquín Peor Imposible, en el que tocaba la percusión Rossy de Palma 


El motivo de la visita a Madrid de Siouxsie and the Banshees fue la presentación previa al lanzamiento de su quinto disco “A Kiss in the Dreamhouse”, que salió al mercado a principios de noviembre. El primer single del disco fue Slowdive, que vio la luz en la primera semana de octubre de 1982.

El grupo se incorporó al escenario de la sala Rock-Ola vistiendo una indumentaria dieciochesca, muy del siglo XVIII, con semilevita y pelo recogido en coleta (John McGeoch), y camisas con chorreras y pelo teñido de rubio extra claro (Steven Severin y Budgie). Siouxsie llevaba el pelo moreno, engominado y de punta, tal como muestra la entrada del concierto.

Los Banshees comenzaron con Siouxsie preguntando en perfecto español: "¿Hay alguna persona de Barcelona, aquí? (entre el público se escuchan voces diciendo: ¡noo...!, ¡sííí...!)... ¿sólo Madrid?", y arrancaron con Israel, siguiendo con She´s a Carnival, Arabian Knights (al finalizar dice Siouxsie: "¡tenemos problemas!"), Cascade, Green Fingers, Tenant, Red Over White, Night Shift, Sin in my Heart (al finalizar dice Siouxsie: "y ahora silencio, por favor"); continuando con Thumb, Painted Bird, Melt!, pasa algo y dice Siouxsie: "¿dónde está el uno estupido?... ¡aquí!... ¡idiota!... ¡dichoso niño, sólo!", y finalizaron con Spellbound. No recuerdo que hubiesen canciones de propina (pulsando aquí se puede escuchar el concierto completo, y pulsando aquí se puede descargar el audio mp3 del concierto).

En Internet he encontrado este testimonio de un asistente al concierto del viernes: "Yo estaba en Rock-Ola en octubre de 1982 cuando los Banshees tocaron… ahora puedo entender por qué John McGeoch fue despedido posteriormente... no pudo tocar nada bien con su guitarra... arremetió con el riff de "Spellbound" cuando la banda tocaba "Arabian Knights", durante "She´s a Carnival" directamente dejó de tocar, Siouxsie estaba completamente furiosa, recuerdo que le tiró la pandereta a McGeoch durante una canción… lo que parecía algo divertido, como si fuese una broma... todos pensamos que formaba parte del show...  semanas más tarde vi en los titulares de los periódicos que McGeoch había salido del grupo… entonces nos dimos cuenta que lo que pasó esa noche no era algo habitual en los conciertos de los Banshees... no hubo canciones de propina (encore), ya que por lo visto John McGeoch no pudo regresar al escenario”.

Dice Budgie: "se hizo evidente que John no sabía dónde estaba esa noche...  pensé que había ido demasiado lejos, pero mucho más tarde admitió que le habían dado un Valium para calmar sus nervios, porque estaba temblando, ya fuese debido al síndrome de abstinencia o por haber bebido demasiado esa tarde... si lo hubiéramos notado podríamos haber suspendido el concierto...  pero no sabíamos nada". 

Steven Severin comentó en una entrevista a la revista musical Uncut que en su primer concierto en Madrid la banda comenzó con "Arabian Knights" y John arremetió con los riffs de "Spellbound". No debía estar en buena forma en esa época, ya que cuando su anterior manager Nils Stevenson les dejó en marzo de ese año Steven y John pasaron mucho tiempo tratando de arreglar las finanzas de la banda. Fue muy estresante para ellos y es posible que esto provocase en John una especie de ataque de nervios.

Pista y escenario de la Sala Rock-Ola donde actuaron en 1982 Siouxsie and the Banshees 


John McGeoch tuvo un problema de salud a principios de octubre de 1982 y se le diagnosticó depresión clínica. Después de un par de semanas de reposo hizo las dos fechas con los Banshees en Madrid. Según he podido leer por algún sitio, en las horas previas al concierto del viernes injirió bastantes copas de bebidas alcohólicas, que mezcladas con la ansiolíticos que estuviese tomando originarían el estado en que se encontraba durante el concierto del viernes en Rock-Ola.

En cualquier caso, todo esto debió pasar, como he comentado, en la actuación del viernes. En la del sábado no notamos nada mis amigas y yo, excepto el comentario de Siouxsie casi al final del concierto y el hecho de que no volvieran al escenario para los bises.

A su regreso al Reino Unido John fue hospitalizado por prescripción médica, lo que provocó su salida de la banda.

Cuando Steven Severin y el nuevo manager Dave Woods fueron a visitarle al hospital de rehabilitación situado al norte de Londres no esperaban la situación que vivieron. En el hospital les indicaron que su guitarrista, que había sido ingresado para ser tratado principalmente por un problema con la bebida, se encontraba en un pub cercano. Se dirigieron al lugar indicado y encontraron a John McGeoch rodeado de extraños, con la cabeza completamente rapada y luciendo un nuevo tatuaje. Según comentaría Severin en una entrevista: ¡John parecía un pirado!.

McGeoch había ido al pub con algunos pacientes en régimen abierto del hospital. Recuerda Severin 30 años después: “¡Suena hasta divertido, entras en el pub y te encuentras con 10 pirados! No lo podíamos creer… no había ninguna solución, ¿qué demonios hacíamos allí?”

En una semana comenzaba la gira promocional del nuevo disco “A Kiss in the Dreamhouse” por el Reino Unido y los paises del este de Europa. Severin se sintió desolado, ya que tenía la experiencia anterior del abandono del gupo de dos compañeros en plena gira promocional. Se dijo a si mismo que no volvería a ocurrir, salió del pub e hizo una llamada telefónica. Al final del día Robert Smith era, por segunda vez, guitarrista de Siouxsie and the Banshees.

En el vídeo de Slowdive se puede ver bailando a John McGeoch, en su última aparición en un video de la banda. Lamentablemente su "lenta zambullida (slowdive)" no debía ser nada placentera en ese época ya que la salud del genial escocés estaba bajo minimos y su actividad con los Banshees significaba un esfuerzo tan grande que resultaría fatal a finales del mes de octubre de 1982 en las dos actuaciones de Madrid.

John McGeoch falleció el 4 de marzo de 2004, a la edad de 48 años. En 2008 la BBC emitió un reportaje de una hora sobre la vida y actividad musical de McGeoch, con el título "Spellbound: the John McGeoch Story". En el reportaje se entrevista a Siouxsie, Steven Severin, Johnny Marr, Roddy Frame, Howard Devoto, Dave Formula, Steve Strange y Malcolm Garrett, los cuales detallan sus vivencias con el genial guitarrista.

Ya con Robert Smith a la guitarra los Banshees hicieron en septiembre de 1983 un vídeo de la canción Dear Prudence de The Beatles (en el primer disco, The Scream, se atrevieron también con el Helter Skekter de este grupo), que fue rodado en Venecia.

En la actuación en directo Nocturne, grabada en el Royal Albert Hall de Londres durante el 30 de septiembre y el 1 de octubre de 1983, se puede ver a Robert Smith como guitarrista del grupo.